1.¡Qué solitaria está la ciudad! Judá ha ido al exilio. Oh Señor, soy despreciado. ¿Hay algún dolor como el mío? No hay nadie que me consuele.
2.El SEÑOR no ha tenido compasión de Jacob. Ha abandonado su santuario. Mis ojos fallan con lágrimas. Jóvenes y ancianos yacen masacrados en las calles.
3.Él me ha llevado a la oscuridad. Pero el amor constante del Señor nunca falla. ¡Volvamos al Señor! Tú pagarás a mis enemigos.
4.Las piedras sagradas yacen esparcidas. Los niños ruegan por comida. El SEÑOR ha derramado su feroz ira. Oh Sión, tu castigo llegará a su fin.
5.¡Mira, oh SEÑOR, y ve nuestra desgracia! Nos hemos convertido en huérfanos. Los esclavos nos dominan. Pero tú, oh SEÑOR, reinas para siempre. ¡Restáuranos como en el pasado!